ARTICULACIÓN

Publicado en por letralia.over-blog.es

El poder articular bien las palabras significa poder pronunciar correctamente cada una de las consonantes. Las vocales son sonidos producidos por la vibración de las cuerdas vocales, amplificadas por los resonadores de la faringe, la boca y la nariz, y no modificados de modo apreciable por los órganos de la articulación.

 

Para poder articular bien se requiere de agentes que sean capaces de modificar el sonido producido por el mecanismo de la voz; estos agentes son la lengua, los labios, los dientes, el maxilar, el paladar y el velo palatino. Estos agentes varían el tamaño y la forma de la cavidad bucal a través de su movimiento conjunto, logrando así la calidad de tono. 

 

Es importante tener en cuenta que la lengua es el órgano que contribuye de modo más importante en la claridad de los sonidos de las palabras porque, aunque la boca tenga la apertura necesaria, los sonidos producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza. La diferencia de los sonidos de las vocales depende, en parte, de la posición que ocupa la lengua.

 

La formación de los sonidos de las consonantes es otra función de los órganos de la articulación.

 

Esos sonidos se logran con el cierre brusco, la apertura repentina y progresiva o cualquier otra interrupción del flujo que forman los sonidos de las vocales.

 

Con el manejo apropiado de este conjunto de órganos modificadores se logra la precisión y nitidez de la articulación.

42-15240720.jpgAlgunos sonidos consonantes, tales como d, z, ch, g y k, dependen del movimiento activo de la lengua.

Otros elementos importantes para lograr una pronunciación clara son los labios. Si éstos se dejan excesivamente relajados, el resultado es una serie de murmullos confusos, especialmente en la pronunciación de los sonidos p, m, b, y f, que exigen una enérgica acción de los labios. Cuando hable ante un micrófono trate de evitar el sonido excesivamente explosivo de las consonantes. Cuando no utilice el micrófono los labios deberán emplearse con mayor firmeza para darle mayor claridad y rotundidad a las palabras.

La articulación adecuada permite la debida comprensión de lo que se diga, lo cual constituye la única manera de mantener y desarrollar el interés del auditorio.

La articulación descuidada de las consonantes hace confusa la comprensión de las palabras.

Cualidades de la Articulación

Las más importantes o las que merecen una consideración más detenida son:

  • Claridad o Nitidez
  • Intensidad
  • Enfasis
  • Flexibilidad

Claridad o Nitidez

Esta es la primera cualidad de la articulación. Ha de lograrse por tanto una transparencia máxima, mediante la acción del maxilar inferior, lengua y labios. Únicamente con el empleo ágil  y enérgico de los músculos que mueven estos elementos es que obtendremos una dicción bien definida.

Generalmente, ciertos hábitos viciosos que no se han corregido a tiempo, son los causantes de una dicción imperfecta. Aunque algunos la atribuyen a nerviosismo del dictante, esto no es así, ya que la dicción defectuosa lo es también cuando no hay ningún motivo o estado emocional que justifique el estado de tensión propio del nerviosismo.

Es necesario para la persona que habla en público en dejar el tiempo suficiente para que cada sonido pueda ser articulado correctamente y pueda ser percibido con claridad. Es necesario hablar despacio para articular con claridad y una vez que uno haya logrado la flexibilidad necesaria del maxilar, la lengua y los labios, entonces va aumentando paulatinamente la velocidad pero manteniendo la calma para no amontonar los sonidos de las palabras.

Intensidad

El factor que en mayor grado afecta a la claridad es probablemente el nivel sonoro de las palabras, que depende a su vez, por una parte, de la distancia del dictante o emisor y el auditorio o receptor, y por otra parte, de la intensidad de los sonidos ambientales.

Una voz llega más lejos cuanto más intensa o más aguda es, porque en tal caso la frecuencia de las vibraciones es mayor. El conferencista, dictante u orador debe siempre asegurarse de que es escuchado por su público.

Por lo tanto, una de las responsabilidades básicas del dictante es hacer el uso más adecuado de su fuerza sonora, es decir, debe hablar con intensidad suficiente para ser oído por todo el auditorio.

Independientemente de la distancia que medie entre el emisor y el receptor y de los  ruidos ambientales presentes, hay formas de dar más sentido y más expresividad a la palabra, graduando, con diferentes matices la intensidad y volumen de la voz.

Si usted quiere dar la impresión de energía, aumentará la fuerza de su voz. Cuando uno habla en voz baja, da la impresión de no estar seguro de lo que está diciendo o que no cree en lo que afirma.

Muchas veces será necesario aumentar o disminuir la voz para atraer más la atención. Estos son recursos eficaces para despertar el interés si éste esta disminuyendo.

Enfasis

Dar sentido a lo que se dice, acentuar lo que tiene más interés, poner énfasis (lo que equivale al subrayado o la negrita en la escritura) en aquellas partes, palabras o frases, en las que el dictante quiere llamar la atención de los que escuchan, es fundamental en la transmisión oral de las ideas.

Muchas partes importantes de la conferencia pueden pasar desapercibidas por no tomar en cuenta este aspecto tan importante de la dicción.

El no valorar antes lo que es la médula del discurso, dónde ha de ponerse énfasis para que sobresalga la idea principal, hace difícil que entren con claridad en la mente del auditorio las ideas básicas del mensaje transmitido.

Es necesario enfatizar los puntos importantes, pero, ¡Cuidado! no se vaya de boca, pues si usted intenta destacar un punto más allá de su verdadero valor o importancia perderá credibilidad. La mejor práctica consiste en seleccionar las ideas realmente importantes, y apoyarse únicamente en ellas, con el énfasis que merecen.

Flexibilidad

Si usted habla monótonamente sin expresar los finos matices significativos y emocionales de los que depende una pronunciación exacta y agradable, aunque su discurso sea perfectamente claro, puede ser que deje en quien lo escucha, una nebulosa sensación, evitándose en cierto modo que el mensaje que usted quería transmitir llegue adecuadamente a su 

 

auditorio.

 

 

¿Cómo se puede hacer variar la voz para que el mensaje llegue al auditorio de una manera más completa y precisa? ¿Cómo hacer que las ideas centrales se destaquen sobre las demás?

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